© desconocidoYa forma parte de la cultura popular el hecho de que los hombres y las mujeres responden de formas diferentes al mismo tipo de estrés. Pero esto es como muchas otras cosas, sabemos que pasa, pero no por qué pasa. Así que un grupo de científicos de la Universidad de Buffalo se ha propuesto encontrar la respuesta. Y de hecho ya la han encontrado: los estrógenos.
La investigación, a cargo del neurocientífico Zhen Yan y sus colegas, y publicada en la revista Molecular Psychiatry, se centró en una región cerebral llamada corteza prefrontal, el que podriamos denominar "centro de mando" de nuestro cerebro, ya que se encarga del control de las funciones ejecutivas de alto nivel como la memoria, la planificación y la toma de decisiones.
El equipo de científicos analizó la actividad de los receptores de esta corteza prefrontal donde tiene gran actividad una sustancia (un aminoácido) llamado glutamato, implicado en actividades como la memoria y las tareas de planificación. Anteriormente, en 2012, este mismo equipo ya descubrió que las ratas macho expuestas a estrés de forma repetida perdían receptores de glutamato de esta zona cerebral, dando lugar a problemas de memoria.
En el actual estudio se llevaron a cabo pruebas de estrés en un grupo de hembras de rata jóvenes durante una semana, y posteriormente se les plantearon pruebas de memoria y reconocimiento de objetos. Curiosamente, el grupo de ratas hembra no sufrió deterioro en sus capacidades cognitivas ni de memoria a corto plazo. Sin embargo, el grupo de machos jóvenes expuestos a las mismas pruebas de estrés si que sufrió cierto deterioro en la memoria a corto plazo.
Por ello los investigadores pensaron en manipular los niveles de estrógenos cerebrales de las ratas hembra, y el resultado fue que las ratas hembra respondieron igual de mal al estrés que los machos, y al revés.
Según los investigaciones, las hormonas femeninas (estrógenos) tendrían un efecto protector, o al menos eso pensaban cuando decidieron manipularla. Y parece que acertaron, pues al analizar los receptores de glutamato de ambos sexo se detectó una disminución de estos en la corteza prefrontal de los animales macho, pero no hubo ningún cambio en los receptores de las hembras.
Eso si, cuando los machos recibieron una dosis de estradiol (un tipo de estrógeno) de forma inyectada, mostraron un aumento de la transmisión del glutamato, y un mejor reconocimiento de los objetos en las pruebas cognitivas. Por otro lado, al suprimir un tipo de receptor de los estrógenos en las ratas hembra, su resistencia al estrés decayó, de la misma manera que ocurre de forma natural en los machos.
Por desgracia aún no está totalmente claro como actúan los estrógenos como agentes protectores contra el estrés, si afectan directamente a la liberación de hormonas del estrés (como el cortisol) o si tienen algún efecto sobre los receptores de glutamato. Esto será una cuestión para descubrir en siguientes investigaciones.
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