Té y tisana se pueden confundir. Veamos pues las diferencias entre estas dos bebidas calientes. Entre el té y la tisana, todo es una cuestión de composición. El té, como su nombre indica, contiene teína. Esta teína –también llamada cafeína– procede de la infusión de hojas de la planta del té.
Distintos tipos de té
El té puede ser verde, amarillo, blanco, negro y permite obtener una bebida estimulante y diurética. Se le atribuyen muchos beneficios, como el de mejorar el sistema cardiovascular y la concentración, el ser antioxidante gracias a la presencia de flavonoides.
El té negro, por ejemplo, gracias a su contenido en flúor favorece la densidad ósea, combate la placa dental y disminuye la hipertensión. En cuanto al té verde, este último ayuda a la reducción de la tasa de colesterol. Varios estudios demuestran también que, en el marco de un régimen adelgazante, el té verde ayuda a perder peso.
Previene igualmente algunos tipos de cáncer, pero los estudios efectuados en este sentido son de momento experimentales. Por tradición, el té verde se recomienda en el marco de ciertos desarreglos digestivos. Sus virtudes diuréticas permiten una mejor eliminación de la orina y de ciertas toxinas.
Teína, cafeína: diferencias
Normalmente, la cuestión de la diferencia entre teína y cafeína suele ser bastante recurrente. Sin embargo, no existe diferencia. Detrás de estas dos denominaciones se esconde un solo alcaloide. La sola diferencia es que la cafeína que se consume se saca del grano de la planta del café, y la teína de la hoja de la planta del té.
El café y el té actúan como un estimulante del sistema nervioso central, favoreciendo así la concentración. Si el té no provoca el nerviosismo que a veces se constata tras el consumo de un café, es que la dosis de cafeína contenida en el café es más importante que la de esta bebida milenaria.
En todo caso, conviene tener cuidado en no consumirlo en exceso. Si la cafeína o la teína tiene un efecto positivo sobre el organismo, un consumo excesivo puede provocar palpitaciones, vértigos, insomnio, diarrea, sudoración fría, etc. Además, la cafeína podría impedir la absorción de hierro por el organismo y provocar anemia.
Las tisanas, el poder de las plantas
Si se consume generalmente té o tisana de la misma manera, estas bebidas no son sin embargo idénticas. La primera diferencia se basa en la composición de estos dos productos. El té contiene teína. No obstante, la tisana está compuesta de extractos de plantas.
La segunda diferencia entre el té y la tisana: la forma de preparar la bebida, que se suele tomar caliente. Si el té requiere que se dejen reposar las hojas entre 3 y 4 minutos en agua caliente (a una temperatura de entre 80 y 95ºC para la mayoría de los tés), la tisana demanda que las plantas secas se pongan en agua hirviendo y se dejen reposar unos quince minutos, con el fin de que los aromas y virtudes de las plantas se desprendan.
Infusión, decocción, maceración
En realidad, la infusión no es la denominación para una bebida en cuanto tal, sino un modo de preparación. Existen varias formas de preparación:
La infusión consiste en añadir la materia vegetal (la necesaria para una tisana, por ejemplo), en agua llevada a ebullición. Se deja reposar varios minutos antes de filtrar y beber la mezcla todavía caliente.
La decocción, por su lado, consiste en añadir la mezcla vegetal al agua fría y luego llevar la mezcla a ebullición el tiempo recomendado. Después se puede beber fría o caliente, en función de la decocción elegida, sin olvidarse, por supuesto, de filtrarla.
La maceración, por terminar, consiste en dejar metida en agua fría la materia vegetal durante un tiempo, que puede representar varias horas.
Estas son las diferencias entre tisana, infusión y decocción. A partir de ahora no tendrás problemas a la hora de prepararlas para tus remedios naturales.
Fuente: http://otramedicina.imujer.com/5982/diferencias-entre-tisana-infusion-y-decoccion
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