Nos aporta energía, vitalidad, reduce los niveles de estrés.
Estabiliza nuestras emociones, nos ayuda a canalizar descargas emocionales.
Mejora los procesos de comunicación, nos da soporte en los procesos de cambio.
Mejora los niveles de atención y la capacidad de concentración, nos conecta con nuestros propios sentimientos.
Regenera el ambiente energético en nuestro hogar, en el trabajo, en lugares públicos.
Nos ayuda a restablecer los periodos de descanso y de vigilia, apoya en la meditación, la expresión artística, el estudio y la motivación en el trabajo…
Conecta nuestra vibración con la de la tierra y sobretodo nos da amor.
He extraído el texto anterior de http://www.soundandlife.com , navegando por su web descubrirás que Eva Julián viaja por el mundo grabando ríos, viento, mar y amaneceres.
Sus obras sonoras, totalmente naturales y de frecuencias curativas, están a la venta para todo al que le interese.
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