En este artículo intentaré debatir la idea de que la dieta paleo no sólo es apta para las personas mayores, sino que probablemente la necesiten más urgentemente que los jóvenes.
Hace unos años, el científico Peter Turchin publicó la siguiente reflexión, que proporciona algunas pistas para llegar a la conclusión que comentábamos:
"Pensamos que las personas tienen "rasgos" permanentes, pero la verdad es que cambiamos de forma bastante dramática conforme envejecemos... Como un ejemplo obvio, piensa en la capacidad reproductiva, algo de mucho interés en nuestra evolución. Los humanos no son capaces de reproducirse hasta que llegan a una edad de maduración (pubertad). Los jóvenes no son muy buenos padres ni madres, pero mejoran conforme van madurando a partir de los 20 años. Después de la maduración, la capacidad reproductiva va disminuyendo hasta que finalmente desaparece...
La habilidad para digerir ciertas comidas también puede ser dependiente de la edad. Por ejemplo la habilidad para digerir lactosa, el azúcar presente en la leche. Antes de que domesticáramos animales como las vacas y las ovejas, sólo los humanos muy jóvenes tenían esta habilidad. La selección natural había apagado esta habilidad en adultos ya que nunca la necesitaban (y sería malgastar recursos si continuaran produciendo la enzima lactasa que permite la digestión de la lactosa).
Las habilidades para hacer algo a la edad de 10, 30 o 50 años son diferentes y por lo tanto evolucionan de forma independiente. Cuando los granos se convirtieron en una parte importante de la dieta, la habilidad de los niños para digerirlos (y desintoxicarse de los compuestos químicos que las plantas tienen en sus semillas para protegerlas de depredadores) se convirtió en crítica. Si no tienes genes que te ayuden a lidiar con esta nueva dieta, no sobrevives hasta la edad adulta y no dejas descendientes. En otras palabras, la evolución trabajó muy duro para que los niños y jóvenes pudieran al menos sobrevivir con esta nueva dieta.
Por otro lado la intensidad de selección de las personas mayores era mucho menor (ya que no están en edad reproductiva, la esperanza de vida era menor y había mucha más mortalidad).
La conclusión de este razonamiento es que las personas mayores, incluso las que vienen de poblaciones que han practicado la agricultura durante milenios, puede que tengan problemas graves de salud por culpa de granos, cereales y demás, a pesar de no haber tenido problemas cuando eran jóvenes."
Es un razonamiento muy intrigante. Varios aspectos están bastante demostrados: ha habido una evolución reciente para permitir a las personas lidiar con dietas tóxicas, y hay cambios importantes en como respondemos a la alimentación cuando envejecemos.
Evolución Genética Reciente
Como comentábamos en otros artículos, los humanos respondemos a presiones ambientales, como por ejemplo la disponibilidad alimentaria. Esto ha producido algunos cambios menores en nuestro ADN para mejorar la tolerancia a alimentos relativamente nuevos como el trigo. Esto no significa que este tipo de alimentos ya no sean perjudiciales, significa que podemos sobrellevarlos un poco mejor.
Esto es (presumiblemente) por lo que cuando llevan una dieta "occidental" poco saludable los pueblos con una larga tradición agrícola tienen menores tasas de obesidad y diabetes que pueblos con una tradición de comida saludable.
Por ejemplo las islas de Pacífico son un buen ejemplo. Tienen las mayores tasas de obesidad del mundo, por ejemplo en el distrito de Kosrae en Macaronesia, un 88% de los adultos tienen sobrepeso y un 59% son obesos, aunque eran delgados hace 60 años cuando todavía comían su dieta tradicional.
La dieta tradicional de estos pueblos del Pacífico era prácticamente libre de toxinas, por lo que podemos argumentar que durante miles de años han comido una dieta saludable por lo que no han necesitado evolucionar para poder lidiar con una dieta rica en granos, cereales, harinas (y por lo tanto rica en toxinas) y por eso ahora sufren consecuencias más negativas.
Diferencias en la respuesta a comida poco saludable según la edad
No sólo en la digestión, como el descenso de enzima lactasa con la edad, también hay cambios metabólicos.
Los ancianos consumen bastante menos calorías que los jóvenes, presumiblemente la evolución los ha seleccionado para un menor consumo de alimentos y que así no sean una carga para aquellos que tenían que cazar o recolectar para ellos. Su contribución era probablemente cultural y de apoyo logístico, como explicamos en el artículo sobrelas abuelas. Lo cual no requería una actividad física demasiado fuerte.
Otro cambio es que los ancianos son menos propensos a almacenar calorías en el tejido adiposo. Esto tiene consecuencias importantes.
Sabemos por una gran cantidad de evidencia científica que el tejido adiposo protege otros tejidos de daños por lipotoxicidad, y que cuando el tejido adiposo no almacena grasa, una dieta poco saludable tiende a provocar síndrome metabólico y diabetes. Por lo tanto una reducción del almacenamiento de calorías en los ancianos hará que:
1. Menores tasas de obesidad
2. Mayores tasas de síndrome metabólico y diabetes.
Aquí tenemos un gráfico de tasas de obesidad por edades:
Las tasas de obesidad de los mayores de 65 son menores que las de los adultos entre 30 y 64 años.
Ahora en este gráfico vemos las tasas de diabetes por edad:
Las tasas de obesidad de los mayores de 65 son menores que las de los adultos entre 30 y 64 años.
Ahora en este gráfico vemos las tasas de diabetes por edad:
Como vemos, a pesar de tener menores tasas de obesidad los ancianos tienen mayores tasas de diabetes.
Sólo con esta diferencia ya me parece suficiente para tener muy en cuenta que tal vez los ancienaos necesitan una dieta saludable (paleo) más que los jóvenes. La diabetes es mucho más peligrosa que la acumulación de grasa, así que los ancianos sufrirán problemas más graves con una dieta basura que los jóvenes.
¿Hay datos que prueben esta idea concretamente?
La idea de que una mayor tolerancia hacia dietas ricas en toxinas sea específica en personas en edad reproductiva con ancestros agricultores no es fácilmente comprobable.
Estudios realizados sólo en poblaciones occidentales no son suficientes para probar esta idea, ya que la mayor intolerancia hacia dietas tóxicas en ancianos puede ser simplemente una consecuencia del proceso normal de envejecimiento que ocurre en todas las poblaciones.
Para encontrar datos relevantes tendríamos que mirar a las tasas de envejecimiento y mortalidad en diferentes poblaciones, tanto occidentales como aborígenes, y ver cómo afecta la toxicidad alimenticia a sus tasas de enfermedad y mortalidad según los diferentes grupos de edades.
Por ejemplo: ¿son los pobladores de las islas del pacífico más propensos que los occidentales a desarrollar diabetes en edades reproductivas, pero igual de propensos cuando envejecen? ¿Son más propensos a tener obesidad de jóvenes que de viejos?
¿Envejecen antes los pueblos tradicionales que los occidentales durante las edades reproductivas pero igual de rápido en sus años de vejez, teniendo una misma dieta?
Seguiremos investigando sobre este tema tan intrigante, mientras tanto mi consejo es que sí, una dieta paleo es perfectamente adecuada para personas mayores e incluso puede que sea más beneficiosa que para una persona joven.
Comentario: La dieta paleolítica es beneficiosa a cualquier edad, ya que, es correspondiente a nuestra estructura biológica heredada de hace millones de años. Sin embargo, cuanto más tiempo hemos pasado viviendo a base de carbohidratos y contaminando nuestro cuerpo con toxinas, la transición a una alimentación saludable y a la quema de grasa como fuente de energía se hace más difícil; lo que no significa que la dieta no sea adecuada, sino que el proceso de adoptarla, en principio, debe ser llevado con cautela y de manera más gradual.
Yerai Alonso
mar, 14 oct 2014 00:00 CEST
http://es.sott.net/article/33294-Pueden-hacer-la-dieta-paleo-los-ancianos
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