Si en alguna ocasión te has preguntado si es bueno o malo beber agua después de las comidas, te respondemos en este artículo a una de las dudas o preguntas más comunes y habituales.
Si en algún momento te lo has preguntado, o en definitiva te has interesado sobre ello, es bastante posible que ya te hayas percatado de lo controvertido que es el asunto sobre el consumo de agua en las comidas, y no solo durante las comidas, sino también antes y después. De hecho, en una nota anterior ya nos ocupamos de este tema tan controvertido; o casi mejor dicho, respondimos a una de las cuestiones que más dudas tienden a plantear: ¿es malo tomar agua en las comidas?. Como ya te comentamos en este artículo, no es adecuado beber agua en exceso durante las comidas, puesto que intervendríamos en el proceso de la digestión de forma negativa. Es decir, no es malo beber agua en las comidas si no nos pasamos.
¿Por qué? Muy sencillo: cada parte de nuestro aparato digestivo posee –y lleva a cabo- una función diferente. Por ello nuestro estómago crea un ambiente ácido en el que los alimentos ingeridos se descomponen, dificultando la supervivencia de bacterias. Sin embargo, si bebemos mucha cantidad de agua
(o en definitiva cualquier otro líquido) provocaremos una elevación del pH de nuestro estómago, por lo que el proceso de la digestión se verá perjudicado.
Eso sí, para que el agua no afecte no es aconsejable tomar líquidos mientras tenemos el alimento en la boca, ya que afectaría a la producción de la Ptialina, que es una enzima reguladora de la digestión, regulada a través de las glándulas salivares y necesaria para que el alimento sólido se vuelva esponjoso y más blando en su masticación, para la posterior deglución. De manera que si bebemos agua a la vez que tenemos el alimento en la boca esta enzima no fluirá con normalidad, por lo que su efecto en el proceso regulador de la digestión no será el mismo.
Pero, ¿qué ocurre después de las comidas? ¿Es igualmente adecuado, o contraproducente?.
Muchos nutricionistas aconsejan beber agua a partir de 1 hora después de las comidas, para que los jugos digestivos se mantengan sin diluir y así puedan digerir de forma apropiada los alimentos. Es decir, es mejor beber agua o cualquier otro líquido dejando un pequeño margen tras las comidas, y no hacerlo nunca inmediatamente.
Imágenes | Roman Boed / ume-y
Natursan
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