La postura en la que dormimos es un tema que siempre trae debates, dolores de cabeza, ronquidos, dolores de espalda, dolores musculares… ¿Qué posición es mejor para prevenir estos problemas?,
Hemos hablado largo y tendido sobre el tema, la mejor en conclusión parece ser que… todo depende: para los ronquidos la lateral, para la espalda boca arriba, etc… Pero es que nos hemos dejado de lado la parte más importante del cuerpo: El cerebro.
¿Puede la postura incidir sobre el funcionamiento del cerebro? Pues resulta que sí. Y así lo demuestra el estudio de hoy.
El estudio:
Este estudio, publicado en el Journal of Neuroscience y llevado a cabo por la Stony Brook University de la mano de los investigadores Hedok Lee y Helene Benveniste decidió estudiar los efectos de la postura al dormir en el proceso de limpieza cerebral. Cuando hablamos de este proceso nos referimos al sistema glinfático (cuyo nombre proviene de su dependencia de las células gliales) que se encarga de limpiar los deshechos y eliminar sustancias químicas dañinas. La acumulación de estas sustancias puede contribuir al desarrollo de ciertas enfermedades.
Los investigadores utilizaron la resonancia magnética funcional de contraste dinámico para evaluar durante años las vías glinfáticas en roedores. El método permite a los investigadores identificar y definir la vía linfática donde el líquido cefalorraquídeo se filtra a través del cerebro y se intercambia con el líquido intersticial para limpiar los residuos de forma similar a cómo el sistema linfático del cuerpo elimina los desechos de los órganos (el cerebro y la médula espinal carecen de sistema linfático). La vía glinfática es más eficiente durante el sueño y algunos de los deshechos que gestiona son los B- amiloides y las proteínas Tau (sustancias químicas que cuando se acumulan afectan negativamente a los procesos del cerebro).
Así pues utilizaron este método de contraste (RMf) junto con el modelado cinético para cuantificar las tasas de intercambio de LCR y líquido intersticial en los roedores sedados en tres posiciones: Lateral, prono (boca abajo) o supina (boca arriba).
Las conclusiones:
Los resultados mostraron (de forma consistente) que el transporte glinfático era más eficiente en la posición lateral en comparación con las otras dos.
Dormir en posición lateral en comparación a dormir sobre la espalda o sobre el estómago puede eliminar más eficazmente los residuos del cerebro y llegar a ser una práctica importante para ayudar a reducir las probabilidades de desarrollar enfermedades como el Alzheimer, el Parkinson y otras enfermedades neurológicas.
Gracias al hallazgo los creadores del estudio proponen que la postura corporal y la calidad del sueño deben ser consideradas de cara a la estandarización de los futuros procedimientos de diagnóstico por imagen para evaluar el transporte CSF-ISF en seres humanos y por lo tanto en la evaluación de la eliminación de las proteínas cerebrales dañinas que pueden contribuir o causar enfermedades cerebrales.
El estudio añade además apoyo a la idea de que dormir sirve una función biológica distinta del sueño y que es el “limpiar” todo lo que se acumula mientras estamos despiertos. La posición lateral ya es la más utilizada o “popular” entre la mayoría de seres humanos y animales. Existen muchos tipos de demencia que están vinculados a trastornos del sueño (incluyendo dificultades para conciliar el sueño). Es sabido que el aumento de estos trastornos del sueño puede acelerar la pérdida de memoria en la enfermedad de Alzheimer. Este estudio aporta nuevos conocimientos sobre este tema mostrando que también es importante en qué posición se duerme.
El siguiente paso es, lógicamente, replicar este tipo de estudios en humanos.
Fuente: Stony Brook.
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