Quién nos iba a decir que cosas tan… ¿extrañas? como las comidas picantes podrían tener algún tipo de efecto, ya fuese negativo o positivo, en nuestra esperanza de vida.
Al menos así se desprende de los recientes resultados de una investigación llevada a cabo por Lu Qi y sus colegas de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard, en cuyo estudio se ha evaluado el potencialbeneficio de los componentes picantes en la salud humana y su relación con la mortalidad.
Comidas picantes, beneficiosas para tu esperanza de vida
El estudio, publicado recientemente en la revista British Medical Journal, contó con datos recabados por los investigadores de la Academia China de Ciencias Médicas desde el año 2004 al 2008 como parte de la China Kadoorie Biobanco; una gran encuesta donde se analizó el consumo de comidas picantes de casi 500.000 individuos de entre 30 y 70 años de 10 regiones diferentes de China (excluyendo individuos con cáncer, enfermedades cardiovasculares o derrame cerebral previos).
Tras un seguimiento de siete años, se revisaron los registros de 20.224 personas que fallecieron durante este periodo, detectando queaquellos que comían comidas picantes hasta seis o siete veces por semana reducían hasta un 14% su riesgo de muerte prematura por cualquier causa, en comparación a los que consumían comidas picantes menos de una vez por semana. Además, los individuos que con frecuencia consumían dichas comidas picantes también obtenían un menor riesgo de muerte por cáncer, cardiopatía isquémica o enfermedades respiratorias.
La duda razonable sería, ¿qué tienen las comidas picantes para dar tales beneficios? Según los investigadores, la molécula clave sería la capsaicina, un ingrediente bioactivo de los chiles y ya relacionado en alguna ocasión con beneficios como el aumento de quema de grasa o usos contra infecciones.
Ahora bien, el consumo excesivo de comidas picantes también tiene sus riesgos, ya que se trata de elementos irritantes que podrían contribuir a la incontinencia urinaria o vejiga hiperactiva, por poner algunos ejemplos.
Para finalizar, como solemos decir, se trata de un estudio que ha demostrado una relación pero no una causa-efecto. Es decir, no podemos demostrar que es definitivo que comer mucho picante aumentara nuestra esperanza de vida (al menos, de momento), y sería necesario más estudios al respecto. De hecho, en el mismo estudio ya se citan limitaciones como la falta de información sobre otros hábitos dietéticos de los individuos, el estilo de vida, o la forma de cocinar o preparar las comidas picantes.
Vía | CNN.
Fuente | British Medical Journal.
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