¿Las vacunas de rutina realmente nos protegen de las enfermedades? El hecho de que los brotes repetidos entre las poblaciones vacunadas continúen ocurriendo sugiere que muchas vacunas son ineficaces y no funcionan según lo anunciado.
Una de las vacunas más evidentes es la vacuna contra las paperas, que en parte es para sarampión, paperas, rubéola, también es conocida como la vacuna MMR.
En 2010, dos virólogos presentaron una demanda federal contra Merck, su antiguo empleador, al alegar que el fabricante de vacunas utilizó métodos de prueba inadecuados y datos falsificados para inflar artificialmente la calificación de eficacia de su vacuna contra las paperas.
Para más detalles sobre la forma en que supuestamente lograron esto, lea el excelente resumen de Suzanne Humphries,1 que explica en términos sencillos cómo se manipularon las pruebas.
Entonces, ¿por qué las personas continúan sorprendidas cuando ocurren estos brotes de paperas? ¿Y por qué continúan culpando a la minoría de las personas no vacunadas por la mayoría de los brotes de enfermedades, cuando de hecho la mayoría de los infectados son las personas que están vacunadas?
El segundo brote de paperas de este año en poblaciones vacunadas fortalece las dudas sobre la eficacia de la vacuna triple viral o MMR
El verano pasado, más de 40 estudiantes de la Universidad de Harvard tuvieron problemas de paperas. Según el departamento de salud pública de Cambridge, todos ellos habían sido vacunados.2
Ahora, Arkansas lucha contra un brote de paperas que comenzó en agosto. Desde el 1 de diciembre, más de 1 760 personas contrajeron la enfermedad, a pesar de que la gran mayoría de ellos estaban vacunados.3,4,5,6
El 12 de septiembre, 40/29 News que cubrió Fort Smith y Fayetteville, Arkansas informó que:7
"El Departamento de Salud de Arkansas dijo que no observaron ningún caso de paperas en personas que no estaban vacunadas".Dos días más tarde, el 14 de septiembre, la ADH publicó una actualización en la estación de noticias que mostraba que 16 de los 100 casos en Little Rock, Arkansas eran personas que no estaban vacunadas; 4 de ellas habían recibido una dosis de triple viral o MMR y 67 habían recibido dos dosis de la vacuna MMR. En 13 casos, el estatus de vacunación era indeterminado.8
En el condado de King, donde se reportaron 9 casos, todos estaban al día con la vacuna MMR, ninguno necesitó hospitalización y todos se recuperaron.9 Ocho de los niños tenían entre 8 y 17 años de edad. Uno de las personas afectadas tenía 23 años de edad.
Pero en vez de reconocer la ineficacia de la vacuna, el Departamento de Salud de Arkansas (ADH, por sus siglas en inglés) simplemente solicitó a la población recibir un refuerzo contra las paperas--como si al proporcionar una mayor cantidad de lo mismo—algo que no funciona correctamente, para empezar--solucionaría el problema.
Según el Dr. Dirk Haselow, un epidemiólogo del ADH, la vacuna MMR ni siquiera es compatible con la enfermedad que ahora se observa en algunos pacientes:
"En realidad, nos encontramos en el punto en que estamos preocupados de que esta vacuna posiblemente no proteja de forma adecuada contra la cepa de paperas que circula.
Con el número de personas que hemos visto infectadas, esperaríamos que fueran 3 de 400 casos de orquitis, o testículos inflamados en niños, y hemos visto 5 casos".Lo que esto sugiere es que la enfermedad está evolucionando, de la misma manera que las bacterias evolucionan en respuesta al uso excesivo de antibióticos. Este es un escenario que merece una seria atención y reevaluación de cómo y cuándo usamos ciertas vacunas.
No podemos simplemente hacer caso omiso a la recomendación de agregar dosis de refuerzo de una vacuna que no es compatible. Sin embargo, esa parece ser la opción elegida.
La vacuna contra las paperas ha sido deficiente al menos durante una década
Los brotes de paperas se han producido en poblaciones principalmente vacunadas, durante al menos una década. En 2006, las paperas infectaron a más de 6 500 personas en los Estados Unidos.10,11
La mayor parte de los casos se produjo entre la población vacunada, principalmente entre los estudiantes universitarios que habían recibido dos dosis de la vacuna MMR.
En 2009, más de 1 000 personas en Nueva Jersey y Nueva York contrajeron la enfermedad. En ese momento, el 77 % de los enfermos estaban vacunados.12
La postura oficial es que la vacuna MMR es eficaz en un 88 %; en otras palabras, esta protege al 88 % de quienes la reciben. Sin embargo, si la enfermedad evoluciona--lo que parece estar ocurriendo--es probable que veamos más brotes a medida que pasa el tiempo, sin importa cuántas dosis de vacuna MMR reciban las personas.
Los riesgos versus beneficios
Si una vacuna es sumamente efectiva, y evita la enfermedad en cuestión, vale la pena el riesgo de los posibles efectos secundarios de la vacuna, entonces podríamos razonablemente concluir que los beneficios de la vacuna superan los riesgos.
Sin embargo, si la vacuna es ineficaz, y/o si para empezar, la enfermedad no representa una gran amenaza, posteriormente la vacuna podría suponer un riesgo potencialmente inaceptable. En particular, esto es cierto si la vacuna ha sido vinculada con graves efectos secundarios.
Desafortunadamente, ese es el caso de la vacuna MMR, que ha sido relacionada con al menos 98 muertes y 694 discapacidades, entre 2003 y 2015. Si consideramos el hecho de que solo del 1 al 10 % de las reacciones a las vacunas son reportadas, en realidad esas cifras podrían estar más cerca de las 980 muertes y 6 940 discapacidades.13
Mientras tanto, de acuerdo con los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), la muerte ocasionada por paperas es "extremadamente inusual",14 y nadie ha muerto a causa de paperas en ninguno de los brotes recientes.
Entonces, estadísticamente, ¿cuál es el mayor peligro: las vacunas o las enfermedades? ¿Cómo podemos asegurar que la vacuna MMR es la mejor manera de protegernos contra la enfermedad y dejarlo así, sin revelar las estadísticas de daños ocasionados por las vacunas?
El mito de que la vacuna genera la inmunidad de grupo
Los promotores de las vacunas suelen enfatizar la importancia del cumplimiento del programa de vacunación recomendado por el gobierno federal para crear y mantener la "inmunidad de grupo" inducido por la vacuna. Esto podría requerir dosis múltiples de ciertas vacunas, ya que ninguna vacuna es 100% efectiva.
Sin embargo, nunca parecen ser capaces de explicar por qué la mayoría de los brotes ocurren en áreas que se cree que ya TIENEN el estatus de inmunidad de grupo; es decir, donde la mayoría de las personas están vacunadas y "deberían" proteger a toda la comunidad de la infección y transmisión de la infección.
Por ejemplo, los funcionarios de salud afirman que si el 70 % de los niños son vacunados con la vacuna de la influenza, toda la comunidad podría ser protegida.15
El problema se deriva de una conveniente confusión de términos. Si bien, la inmunidad de grupo natural, sí existe, la inmunidad de grupo inducida por la vacuna es un nombre totalmente inapropiado.
Los fabricantes de vacunas simplemente asumieron que las vacunas funcionarían de la misma manera que la inmunidad natural, pero claramente la ciencia ha refutado esa noción. De hecho, la vacunación y exposición a una enfermedad dada producen dos tipos de respuestas inmunológicas cualitativamente diferentes.
Como explica Barbara Low Fisher, cofundadora y Presidenta del Centro Nacional de Información sobre Vacunas (NVIC, por sus siglas en inglés):
"Las vacunas no confieren el mismo tipo de inmunidad que tener una exposición natural a la enfermedad... [L]as vacunas solo confieren protección temporal...
En la mayoría de los casos, tener una exposición natural a la enfermedad le proporcionaría una inmunidad de mayor duración, más resistente, cualitativamente superior, porque esta le proporciona tanto inmunidad mediada por células como inmunidad humoral.
La inmunidad humoral es producida por anticuerpos. La forma en que se mide la inmunidad inducida por vacunas es a través de la cantidad de títulos de anticuerpos que tiene. (¿Cuántos anticuerpos tiene?)
El problema es que la inmunidad mediada por células también es muy importante. La mayoría de las vacunas evaden la inmunidad mediada por células y van directamente a los anticuerpos, que solo constituyen una parte de la inmunidad".La vacuna contra la gripe, otro triste fracaso
La inyección anual contra la influenza es otra vacuna que está plagada de fracasos. Curiosamente, continúa siendo fuertemente recomendada y con frecuencia es obligatoria A PESAR de la gran cantidad de estudios publicados que muestran que es una idea mal adquirida. Por ejemplo, de acuerdo con un reciente estudio, las vacunas contra la gripe no tienen impacto en el absentismo de los niños.
En otras palabras, ya sea que estén vacunados o no, los niños faltan a la escuela el mismo número de días, debido a la gripe. Según informó el Centro de Investigación Sobre Enfermedades Infecciosas de la Universidad de Minnesota:16
"El estudio contradice la investigación anterior que demostró un menor ausentismo en niños vacunados en edad escolar. Esos estudios analizaron a los niños que padecían enfermedades respiratorias agudas (ARIs, por sus siglas en inglés).
Este es el primer estudio que analiza las tasas de absentismo entre los niños con gripe confirmada por análisis de laboratorio, no solo de enfermedades respiratorias no específicas...
El estado de vacunación no tuvo ningún efecto en la cantidad de días, o si los niños no acudieron a la escuela. Entre el 30 y 40 % de los niños que dieron positivo a la gripe en análisis clínicos, habían recibido una vacuna contra la gripe...
'Nuestro estudio confirma que la gripe es un importante agente contribuyente del ausentismo, y estar vacunado no disminuyo esta situación', dijo [el autor principal Huong] McLean.
Además, sorprendentemente, los resultados no cambiaron cuando la temporada de gripe 2014-15 (un período anual que no coincidió con la vacunación) fue excluida.En realidad, ¿qué tan efectiva es la vacuna contra la gripe?
Las revisiones científicas independientes han concluido que las vacunas contra la gripe no parecen prevenir la influenza o sus complicaciones, que es su propósito expreso.17,18
Además, la vacuna contra la gripe tampoco parece prevenir las enfermedades que son similares a la influenza (ILI, por sus siglas en inglés) asociadas con otros tipos de virus responsables de alrededor del 80 % de todas las infecciones respiratorias o gastrointestinales durante cualquier temporada de gripe determinada.19,20,21,22
Sin embargo, parece que no importa su deficiente desempeño, ya que continua solicitándose la vacunación. Con toda honestidad, ¿cómo es posible que una vacuna que tiene un pobre desempeño y baja compatibilidad sea "la mejor opción" para protegerlo contra la influenza?
Especialmente si considera que la vacuna contra la gripe es la causante de la mayoría de los pagos del Programa Nacional de Compensación por Lesiones Causadas por Vacunas (VICP, por sus siglas en inglés).
Por otra parte, como informó anteriormente la periodista de investigación, Sharyl Attkisson,23 ha habido un marcado repunte en el daño por vacunas ocasionado por la vacuna contra la gripe.
Desde enero de 2014, el número de casos de vacuna contra la gripe concedidos por el gobierno es más del doble que los ocho años anteriores combinados. Claramente, la vacuna contra la gripe no es inofensiva. Entonces, ¿por qué se insta a las personas a recibir lo que podría ser un riesgo significativo si el beneficio es más o menos intrascendente?
Considere las siguientes estadísticas:
En la temporada 2004/2005, la vacuna contra la gripe fue eficaz en un 10%. Dicho de otra manera, la vacuna proporcionó protección al 90% de los que la recibieron.24
Durante la temporada 2012/2013 de gripe, la vacuna contra la gripe estacional tuvo un 56 % de efectividad en todos los grupos de edad, pero solo el 9 % de efectividad en las personas de edad avanzada.
La vacuna contra la gripe del período 2014/2015 disminuyó su efectividad en una tasa de 18 %, y hasta en un 15 % en los niños de 2 a 8 años de edad. Se descubrió que Fluzone--que proporciona cuatro veces la dosis normal de antígenos—disminuyó tan solo 24 % el riesgo de gripe en personas de edad avanzada, en comparación con la vacuna de dosis estándar.25
En enero de 2015, los funcionarios del gobierno de los Estados Unidos admitieron que, en casi todos estos años, las vacunas contra la gripe han tenido--en el mejor de los casos—entre el 50 al 60 % de eficacia para prevenir la influenza confirmada por análisis de laboratorio que requiere atención médica.26
Posteriormente, en diciembre de 2015, los análisis de efectividad de la vacuna contra la gripe de los CDC27 revelaron que, entre 2005 y 2015, la vacuna contra la gripe tuvo una efectividad inferior al 50 %, en más de la mitad de las veces.
En la temporada 2015/2016, la vacuna inyectable contra la gripe tuvo un 63 % de efectividad. Sin embargo, la popular vacuna nasal contra la gripe con virus vivo (FluMist), fue oficialmente declarada un fracaso.
Las pruebas demostraron que, durante tres años consecutivos, no había protegido a los niños de la gripe.28Por la misma razón, FluMist tampoco estará disponible para la temporada 2016/2017.29Los estudios sugieren que cuando se trata de vacunas contra la gripe, recibir una mayor cantidad de ellas NO es la mejor opción
Como si la falta de protección no fuera suficiente, los estudios también han demostrado que las vacunas contra la gripe podrían ser contraproducentes y en realidad aumenta el riesgo de una infección más grave, u otras infecciones, ya sea en ese mismo año o en los siguientes años.
Por ejemplo, los datos muestran que las personas que recibieron la vacuna contra la gripe estacional en 2008 tuvieron el doble de riesgo de contraer la gripe H1N1 "gripe porcina", que las personas que no recibieron la vacuna.30
Otro estudio31 encontró que, en comparación con los niños que no reciben una vacuna anual contra la gripe, los que reciben vacunas contra la influenza tienen un riesgo 300 % mayor de hospitalización debido a la influenza.
La protección proporcionada por la vacuna, que para empezar, usualmente es inferior al 50 % en más de la mitad de las veces, al parecer también disminuye aún más con cada vacunación contra la gripe anual y consecutiva.32,33
La investigación publicada en 2014 concluyó que la protección inducida por la vacuna contra la influenza fue mayor en las personas que no habían recibido una vacuna contra la gripe en los cinco años anteriores.34
Los usuarios de estatinas podrían tener una desventaja particular, ya que los investigadores han advertido que es posible que las estatinas socaven la capacidad de su sistema inmunológico para responder a la vacuna contra la gripe.35,36
Después de la vacunación, las concentraciones de anticuerpos fueron entre 38 a 67 % más bajas en los usuarios de estatinas mayores de 65 años de edad, en comparación con los que no eran usuarios de estatinas que tenían la misma edad.37
Las concentraciones de anticuerpos también disminuyeron, aunque un poco menos, en las personas más jóvenes que tomaron estatinas. Actualmente, las estatinas son utilizadas por el 25 % de los habitantes en los Estados Unidos mayores de 45 años de edad, y éste es otro factor que desvirtúa la recomendación general de que todas las personas reciban una vacuna contra la gripe.
El bajo registro de estudios negativos socava a la ciencia médica
El fraude científico es muy común, así como la metodología de mala calidad. Ambos socavan la integridad de la ciencia médica, pero la amenaza más significativa es el hecho de que una gran parte de los estudios que muestran resultados negativos simplemente nunca son publicados.
Como ejemplo teórico, considere el siguiente escenario: Se realizan 100 estudios sobre los beneficios de un medicamento. Setenta y cinco de ellos obtienen resultados negativos, lo que significa que el medicamento no funciona, tiene un deficiente desempeño, o riesgos significativos. Veinticinco de ellos logran encontrar un beneficio, ya sea sustentado en la ciencia o a través de la manipulación de datos. En cualquier caso, se publican los 25 estudios positivos. Mientras tanto, tan solo 5 de los estudios negativos son revelados.
Lo que obtiene es una situación en la que al parecer la evidencia científica apoya firmemente el uso del medicamento, cuando de hecho, es totalmente lo contrario.
El problema es que se desconocen los 70 estudios negativos faltantes, por lo que ni siquiera se puede argumentar que haya dudas sobre los resultados de los 25 estudios positivos. En cambio, los 5 estudios negativos que se publican son considerados anómalos.
Según un equipo de investigadores holandeses que analizaron las malas prácticas de científicos que impactaron la verdad y la confianza en la ciencia, este tipo de informe selectivo de resultados es un problema central que afecta a la ciencia moderna:38,39
"[N]uestros resultados de clasificación parecen sugerir que la información y citación selectiva, así como las fallas en asegurar la calidad y tutoría, son los principales males de la investigación moderna.
Una imagen emerge, pero no representa una preocupación de fraude al por mayor, sino de una profunda preocupación de quemuchos científicos podrían estar actuando al margen y realizar malas prácticas en la ciencia, posiblemente con el fin de obtener resultados más positivos y más espectaculares que serán más fáciles de publicar en revistas de alto impacto y que causaran más menciones".El estudio que vincula a las vacunas con el autismo es retractado
Asombrosamente, el 34 % de los científicos encuestados admitió actuar al margen o hacer una manipulación cuestionable de su trabajo, con el fin de obtener ciertos resultados--por lo general con el fin de aumentar las posibilidades de que su trabajo sea publicado.
Un problema similar es que los estudios que obtienen resultados incómodos, y que en realidad son publicados, a menudo son retractados debido a que despiertan reacciones negativas--por lo general de los intereses de la industria u otros científicos que tienen una participación en una determinada "verdad" científica.
Por ejemplo, hemos observado que esto sucede con estudios que relacionan a los transgénicos (GMOs, por sus siglas en inglés) con efectos graves para la salud, y los que vinculan a las vacunas con el autismo.
Muy recientemente, un estudio que descubrió que los niños vacunados eran casi 300 % más propensos a ser diagnosticados con autismo y otros trastornos del neurodesarrollo se retractó en menos de una semana. De acuerdo con el resumen, ya no está disponible en línea, pero fue copiado por Retraction Watch:40
Un total de 415 madres proporcionaron datos sobre 666 niños, de los cuales 261 (39 %) no fueron vacunados.
Los niños vacunados fueron significativamente menos propensos que los no vacunados a ser diagnosticados con varicela y tos ferina, pero significativamente más propensos a ser diagnosticados con neumonía, otitis media, alergias y NDDs (definido como Trastorno del Espectro Autista, Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad y/o una discapacidad de aprendizaje)...
En este estudio, basado en los informes de las madres, los niños vacunados tuvieron una mayor tasa de alergias y NDDs, en comparación con los que no fueron vacunados. La vacunación, a diferencia de un parto prematuro, estuvo significativamente vinculada a NDDs, después de controlar otros factores.
Sin embargo, el nacimiento prematuro combinado con vacunación estuvo asociado con un estado sinérgico aparentemente mayor de probabilidades de padecer NDDs. Se necesitan más investigaciones que incluyan muestras más grandes e independientes para verificar y comprender estos resultados inesperados, con el fin de optimizar el impacto de las vacunas en la salud de los niños".Si no hay integridad científica, ¿en qué se basará el sistema médico?
De acuerdo con Retraction Watch, el estudio fue inmediatamente atacado en Twitter, lo que ocasionó que la revista lo retirara. En sí mismo, eso plantea serias dudas sobre la integridad científica de la revista. ¿Cómo es que los comentarios de Twitter pueden influir en una revista científica para publicar un estudio o no hacerlo? Si me lo pregunta, eso es bastante sorprendente.
Independientemente de los méritos de esta investigación en particular, el hecho es que esto forma parte de una tendencia muy clara a limitar la publicación de resultados negativos e incómodos y/o eliminar los estudios publicados que no se ajustan al "status quo" generalmente aceptado, ¡a pesar de que, en el primer lugar, ese status quo podría haber sido generado por una investigación falsa o engañosa!
Este es un problema frustrante y complejo que tiene pocas soluciones inmediatas, ya que la investigación financiada por la industria domina el campo científico y las empresas no quieren publicar estudios que no apoyen sus productos.
Hay que realizar una serie de cambios, y creo que son los científicos los que tendrán que empezar a presionar para que haya transparencia y honestidad, sin importar el costo. Porque tal como está, la confianza pública en la ciencia se desintegra rápidamente, y sin integridad científica, ¿en qué pretenderá basarse nuestro sistema médico?
Fuentes y Referencias
Dr. Mercola
mar, 13 dic 2016 00:00 UTC
https://es.sott.net/article/50029-Las-vacunas-siguen-fallando-los-estudios-siguen-siendo-censurados-y-las-farmaceuticas-siguen-presionando
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