miércoles, 11 de enero de 2017

8 Técnicas de Sanación con Sonido

Pitágoras afirmaba que la música de las esferas (o del cosmos) es una armonía que perciben nuestros oídos desde que se nace. Pensaba que en la vida se está tan acostumbrado a él que fácilmente se confunde con el silencio.

Filósofo, matemático y médico, fue uno de los primeros hombres en estudiar la música de acuerdo a la aritmética. Bajo el dominio de su monocordio, estableció que el sonido del cosmos es capaz de estimular, curar y re-configurar la mente.

En su escuela de Crotona, se dice, compuso algunas piezas para sanar determinados malestares físicos y espirituales, e incluso las usó para inducir estados mentales ligados al sueño.



Jugando un poco con la hermenéutica de la filosofía pitagórica, podríamos imaginar que la música de las esferas es una metáfora sobre el equilibrio: una armonía mental y espiritual que debe extraerse de entre la saturación de estímulos que genera la realidad. A partir de observar esta danza entre estímulos externos y un equilibrio interior –este último el factor que dicta la salud integral de una persona– Pitágoras concluyó que la música también puede ser medicina. El sonido es una vibración que el organismo puede sentir independientemente de que el oído lo perciba o no.

Tanto en la filosofía primaria como en la actualidad, las frecuencias sonoras se traducen como un orden reestructurador de los engranes del Universo (y de sus seres vivos). Existen numerosas técnicas para sanarnos a través de él y sus beneficios han sido comprobados científicamente. Los métodos de sonoterapia y musicoterapia, fundamentados bajo el principio de resonancia, advierten que una vibración débil, disonante o no saludable, puede ser modificada o reequilibrada por una más intensa y armónica. Y con estos procedimientos también se aprende a elegir los sonidos que necesitan resonar en nuestro cuerpo.

1. Sanación con cuencos cantores
Los cuencos cantores emiten el sonido del vacío (o el del universo). Se distinguen por su capacidad para reequilibrar el campo energético. En meditación se utilizan para ejercer una especia de masaje sonoro sobre el organismo. Existen dos tipos de cuencos para sanción: los fabricados con alrededor de 7 metales distintos por los lamas tibetanos (se cree que algunos de los más genuinos están hechos con minerales de meteorito encontrados en el Himalaya) y los de cuarzo puro. Ambos producen al tocarse un sonido enérgico fuerte, que resuena como una reverberación aguda en el aire del espacio y en el agua que se encuentra en nuestro cuerpo. Además de producir relajación y revitalizar, las vibraciones de los cuencos contribuyen a sincronizar las frecuencias en un organismo, por lo que son de gran ayuda para tratar enfermedades ligadas al desorden mental (ansiedad, estrés, depresión, insomnio), aliviar inflamaciones físicas y reforzar el sistema inmunológico.

2. Acupuntura sonora
La acupuntura sonora es una terapia con más de 3,000 años de antigüedad. Obedece al método tradicional sólo que, en vez de posicionar agujas en meridianos de energía específicos del cuerpo, se colocan diapasones. La resonancia de este instrumento metálico es muy poderosa, similar a la de los cuencos tibetanos, de manera que su sonido viaja fácilmente por el agua alojada en el cuerpo humano. Una vez tocado el diapasón sus vibraciones tocarán músculos, huesos, tejidos e incluso células; de esta manera es posible sanar órganos y tratar enfermedades emocionales.

3. Sonidos binaurales
El conocimiento de los tonos binaurales se lo debemos a un físico precursor de la climatología, Heinrich Wilhelm Dove, quien en sus estudios sobre la influencia de los campos electromagnéticos en la vegetación descubrió que ciertos pulsos sonoros influían notoriamente en las ondas cerebrales. Los tonos bianuales también han sido utilizados para producir diferentes estados de la percepción, generando efectos similares al de una droga psicodélica pero en menor grado. Éstos varían según la frecuencia y pueden llegar a inducir relajación, sueño, concentración, creatividad, supresión del dolor y también sueños lúcidos:

Beta: 12 – 40 Hz / concentración, pensamiento ansioso
Alpha: 8 – 12 Hz / relajación, hipnosis, estimulación del sistema inmune
Theta: 4 – 8 Hz / creatividad, sueño ligero, meditación
Delta: 0 – 4 Hz / curación, sueño profundo, retención de memoria
En este link puedes encontrar algunos sonidos binaurales.

4. Música multidimensional
Un método basado en los poderes de sanación inducidos por el propio organismo, usando como detonadores a los infrasonidos, sonidos y ultrasonidos. Los primeros se caracterizan por ser de baja frecuencia, inferior al sonido que el oído es capaz de percibir. En la naturaleza son generados por tormentas, terremotos, erupciones volcánicas y meteoros, y también pueden ser provocados artificialmente. Los ultrasonidos son frecuencias por encima del espectro audible. Animales como el delfín o el murciélago son capaces de producirlos con fines de orientación.

La música multidimensional es parte de un sistema de sanación llamado terapia holosónica. En ésta se trabaja con una mixtura de las tres gamas de frecuencias, descubierta por Jacotte Chollet en sus 11 años de estudios con sintetizadores y sus efectos psico-kinéticos en el cerebro humano. Los sintetizadores y algunos aparatos de grabación digitales son capaces de emitir los tres tipos de sonido. Según estudios de biocomunicación electromagnética intercelular, los sonidos multidimensionales provocan una interacción peculiar entre las células, como si fueran una especie de neurotransmisor. Su función es la de reequilibrar los “potenciales eléctricos”, un efecto similar al que produce la acupuntura en distintos meridianos.

5. Música psicogeométrica
Dado que el ser humano se encuentra influido por una “geometría sagrada”, la psicogeometría surge para analizar la mente por medio de principios matemáticos. La música compuesta bajo esta premisa puede oscilar entre la utilización de instrumentos electrónicos o étnicos y la mixtura de mantras o voces en lenguajes distintos, siempre y cuando contenga los elementos de proporcionalidad, significación y fractalidad, entre otras virtudes sacromatemáticas que, a través de la vibración sonora, trabajan para fecundar la interacción entre el hombre y su yo interno.

Quizás un ejemplo de música psicogeométrica sean las composiciones clásicas de autores como Beethoven, Mozart o Wagner, que utilizaron en algún punto de su carrera la cifra áurea para componer sus piezas.

6. Chamanismo
Se sabe que los altos niveles de conciencia que alcanza un chamán durante una ceremonia son inducidos comúnmente por sonidos repetitivos creados con tambores, maracas, instrumentos de viento y algunas oraciones. Los ritos mágicos de los brujos y chamanes que usan la frecuencia sonora develan el “sonido secreto”, una vibración con la cual el cuerpo y el espíritu del paciente responden y reaccionan de forma autosanadora. Por otro lado, el canto chamánico, de la mano de ejecuciones instrumentales, es indispensable para la comunicación con espíritus no vivos que auxilian al paciente en la enfermedad física, en la búsqueda y obtención de sus verdaderos deseos o en el enfrentamiento con sus infiernos mundanos.

7. Sanación a través de la voz
El mismo Platón nos dice en su República que cada carácter de vida representa un ritmo y cada acento del hombre un tono, mismos que producirán efectos, buenos o malos, según nuestras virtudes. La voz humana es probablemente el mejor ejemplo de esta alegoría, ya que a través del lenguaje sonoro se transmite, tal vez, la esencia de las virtudes.

Existen numerosos métodos para sanar con la voz, pero sin duda el más importante es el canto. Una técnica ancestral curativa son los llamados de armónicos, en los que un intérprete produce dos o más frecuencias con su voz de manera simultánea. Pitágoras puso especial énfasis en estos cantos y con ayuda de su monocordio logró confabular que un sonido estaba compuesto de múltiples frecuencias, imperceptibles para el oído humano pero dotadas de un ciento de efectos. Uno de los más conocidos es el védico budista.

En meditación suelen usarse mantras, otra especie de canto. Una serie de “sílabas semilla” que utilizan la repetición de su resonancia para sanar. El más conocido es el budista de seis sílabas Om Mani Padme Hum.

8. Técnica de los seis sonidos curativos taoístas (Liu Zi Jue)
Creada por el doctor Sun Simiao, médico y alquimista chino. Autor de una obra de 30 volúmenes de nombre Prescripciones esenciales que valen una fortuna en oro, en donde recopila algunos tratamientos con acupuntura, hierbas, amuletos, ejercicios físicos y su inefable técnica de los seis sonidos curativos. En ella podemos distinguir seis frecuencias en pinyin que se pronuncian al mismo tiempo que se controla la densidad de la respiración: Xu, He, Hu, Si, Chui, Xi.

Cada uno de estos sonidos puede restablecer y reforzar el qi de diferentes órganos del cuerpo y reemplazar emociones negativas a través de su resonancia.

fuente/sanazion.com
http://sabiens2.blogspot.com.es/

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