Traducción de Observatorio OMG.
© Ibrahim MA
Efecto de maíz modificado genéticamente en la mucosa del yeyuno de ratas albinas adultas macho.Ratas alimentadas con maíz transgénicoBt MON810 durante tan sólo 90 días sufrieron graves daños en la membrana mucosa del yeyuno (parte del intestino delgado), según un nuevo estudio.1
El tipo de maíz consumido por las ratas era MON810: Ajeeb YG, una versión transgénica del Ajeeb, una variedad de maíz adaptada a las condiciones de cultivo de Egipto. MON810: Ajeeb YG fue la variedad transgénica desarrollada por Monsanto para el mercado egipcio. Las ratas alimentadas con transgénicos consumían una dieta que contenía un 30% de maíz MON810: Ajeeb YG, mientras que las ratas del grupo control consumían la misma cantidad de maíz no transgénico.
En el grupo de ratas alimentadas con pienso transgénico, algunas áreas de las vellosidades intestinales - estructuras con forma de dedo que absorben los nutrientes de los alimentos - estaban dañadas. Habían perdido relieve y se había modificado su estructura, y algunas de sus células formaban bloques. Los daños se aprecian claramente en las imágenes incluidas en el estudio. Las criptas (glándulas intestinales) habían sufrido alteraciones, y se apreciaba la congestión de los vasos sanguíneos. Alrededor de las zonas dañadas se observaban signos de inflamación - infiltración de glóbulos blancos. Además, las células del epitelio intestinal presentaban una estructura anormal.
Otros signos de daño incluían un mayor desprendimiento de células de la mucosa, un número mayor de células caliciformes secretoras de mucosa y mayores tasas de división celular en el recubrimiento de las criptas.
El estudio, llevado a cabo por la médico Marwa Ibrahim y por Ebtsam Okasha, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Tanta, en Egipto, ha sido publicado por la revista Experimental and Toxicologic Pathology (ver abstract más abajo).
Los investigadores concluyen que "el consumo de maíz transgénico altera profundamente la estructura histológica [microscópica] del yeyuno". Añaden, "Los resultados de este estudio podrían demostrar que, a pesar de las afirmaciones tranquilizadoras sobre los productos transgénicos, el maíz transgénico altera profundamente la estructura histológica de la mucosa del yeyuno a varios niveles. Se han revelado varios datos alarmantes, como son las lesiones proliferativas y hemorrágicas además de varias alteraciones ultraestructurales descritas por primera vez en el yeyuno en animales que han consumido maíz transgénico."
Los investigadores instan a que se lleven a cabo nuevos estudios que clarifiquen los mecanismos mediante los cuales el maíz MON810: Ajeeb YG ejerce este efecto. Entre los mecanismos posibles se encuentran el daño directo a la mucosa del yeyuno por parte de la toxina Bt (Cry1Ab) presente en el maíz transgénico, de forma similar a lo que ocurre en el intestino de las plagas objetivo, o un efecto indirecto debido a la alteración de la microbiota intestinal.
Cualquiera de los dos podría producir los cambios observados en la estructura de la mucosa intestinal.
¿Qué nos dice este estudio?
Los datos obtenidos por este estudio resultan dramáticos y significativos. Sin embargo, es necesario señalar ciertas limitaciones. Entre estas está el hecho de que el maíz control utilizado no era la variedad parental isogénica no transgénica (Ajeeb), sino un maíz no transgénico sin identificar utilizado para la formulación de dietas de laboratorio estándar.2
Además, no se ha evaluado la presencia de contaminantes tóxicos como micotoxinas o residuos de pesticidas en las distintas dietas. Ambos tipos de contaminación podrían provocar daños.
Por estas razones no es posible atribuir definitivamente el daño sufrido por las ratas alimentadas con pienso transgénico al proceso de transgénesis, incluida la toxina Bt. Sin embargo, los datos aportan fuertes razones para pensar que sí podría ser así. Resulta especialmente relevante situar este estudio en el contexto de otros estudios previos que observaban efectos tóxicos derivados del consumo del mismo maíz transgénico MON810: Ajeeb YG.
Estudios previos
Otros dos estudios de alimentación en ratas llevados a cabo por científicos egipcios con el mismo maíz transgénico, MON810: Ajeeb YG, observaban daños en los animales alimentados con pienso transgénico. En estos casos el comparador sí que era la variedad isogénica apropiada, Ajeeb, con lo que los efectos adversos observados en las ratas se debían claramente al transgén insertado.
En el primer estudio las ratas alimentadas con el maíz MON810: Ajeeb YG durante 45 y 91 días mostraban diferencias en el peso corporal y de los órganos y de la bioquímica en sangre al compararlas con ratas alimentadas con la variedad parental no transgénica Ajeeb cultivada en las mismas condiciones. Los autores señalaron que los cambios podrían indicar "posibles efectos tóxicos/adversos para la salud", que necesitaban seguir siendo investigados.3
En el segundo estudio, el mismo grupo de investigadores recogía datos histopatológicos (microscópicos) que revelaban efectos tóxicos en múltiples órganos en las ratas alimentadas con el maíz transgénico MON810: Ajeeb YG durante 91 días. Algunos de estos efectos eran anormalidades y degeneración grasa de las células hepáticas, congestión de los vasos sanguíneos del riñón y crecimiento excesivo y necrosis (muerte) de las vellosidades intestinales. Al examinar los testículos aparecía necrosis y descamación (desprendimiento) de células espermatogónicas, que son la base de los espermatozoides y por tanto de la fertilidad masculina.4
Significativamente los datos obtenidos en el segundo estudio, es decir anormalidades celulares, congestión de los vasos sanguíneos y daño a las vellosidades intestinales aparecen también en el nuevo estudio de Ibrahim y Okasha.
El comparador correcto
Para los investigadores puede resultar difícil o incluso imposible acceder a los materiales adecuados para realizar un estudio de alimentación en animales con cultivos transgénicos, en concreto a la variedad transgénica a investigar y a la variedad parental no transgénica cultivada en las mismas condiciones. Esto se debe a que a menudo las empresas que desarrollan OMG no han permitido que estos materiales estén disponibles para investigadores independientes.5
Sin embargo, el hecho de que los dos primeros estudios egipcios sí que usaran el comparador correcto sugiere que, al menos en teoría, debería ser posible para otros investigadores acceder a la variedad parental no transgénica, Ajeeb, como comparador correcto a utilizar en cualquier estudio sobre el maíz MON810: Ajeeb YG.
Las ratas alimentadas con pienso transgénico no mostraban claros signos de enfermedad
Ibrahim y Okasha señalaron que las ratas alimentadas con pienso transgénico no presentaban signos claros de enfermedad o alteración del comportamiento. Esto no es quizá muy sorprendente, dada la duración relativamente corta (90 días) del estudio. Sin embargo los animales sí que estaban enfermos, como revela el examen histopatológico del tejido intestinal, y los datos indican claramente que debería llevarse a cabo un estudio de alimentación a largo plazo con una duración de 2 años o más para comprobar si los daños en la mucosa intestinal hallados se convertirían en algún momento en una enfermedad claramente apreciable.
Además, los resultados de este estudio son una señal clara de que todos los estudios de alimentación en animales con alimentos transgénicos utilizados para justificar su autorización deberían incluir datos histopatológicos. En la actualidad esta no es una práctica requerida ni llevada a cabo de forma rutinaria.
La Comisión Europea quiere que el maíz MON810 se cultive en Europa
Este nuevo estudio aparece en un momento en el que la Comisión Europea está intentando que el cultivo del maíz MON810 en Europa se apruebe a tiempo para la temporada 2017. También está considerando otros dos tipos de maíz transgénico insecticida, el maíz 1507 de Dupont Pioneer y el maíz Bt11 de Syngenta. Se cree que los Estados miembros de la UE votarán el 9 de diciembre.*
Sin embargo, todos los datos referentes al maíz MON810 apuntan a que no debería cultivarse a una mayor escala, sino que, al contrario, debería ser retirado del mercado. Y todos los cultivos transgénicos deberían ser analizados adecuadamente antes de su comercialización. Esto incluye estudios detallados de las llamadas "ómicas", análisis que puedan revelar cambios imprevistos en la expresión de proteínas y otros metabolitos, así como ensayos de alimentación en animales a largo plazo.
La votación sobre la autorización de cultivo de las tres variedades de maíz transgénico en Europa ha vuelto a ser pospuesta para el 17 de enero de 2017.
1. Ibrahim MAA, Okasha EF. Effect of genetically modified corn on the jejunal mucosa of adult male albino rat. Experimental and Toxicologic Pathology 2016;68(2016):579 - 588. Aquí
3. Gab-Alla AA, El-Shamei ZS, Shatta AA, Moussa EA, Rayan AM. Morphological and biochemical changes in male rats fed on genetically modified corn (Ajeeb YG). J Am Sci. 2012;8(9):1117 - 1123.
4. El-Shamei ZS, Gab-Alla AA, Shatta AA, Moussa EA, Rayan AM. Histopathological changes in some organs of male rats fed on genetically modified corn (Ajeeb YG). J Am Sci. 2012;8(10):684 - 696.
5. Waltz E. Under wraps - Are the crop industry's strong-arm tactics and close-fisted attitude to sharing seeds holding back independent research and undermining public acceptance of transgenic crops? Nature Biotechnology 2009;27(10):880 - 882. Aquí
Las plantas modificadas genéticamente (MG) que expresan rasgos insecticidas aportan una nueva estrategia para la protección de cultivos. Este maíz transgénico contiene genes de Bacillus thuringiensis (Bt) que producen delta endotoxinas en toda la planta. La dieta puede influir en las características del tracto gastrointestinal, alterando su función y estructura. El objetivo de este estudio es evaluar el efecto del maíz transgénico sobre la estructura histológica de la mucosa del yeyuno en ratas albinas adultas macho utilizando distintos métodos histológicos, inmunohistoquímicos y morfométricos. Se utilizaron veinte ratas albinas adultas macho divididas en dos grupos iguales: grupo control y grupo alimentado con maíz transgénico, al que se administró una dieta con un 30% de maíz transgénico durante 90 días. Las muestras del yeyuno fueron procesadas para su observación al microscopio óptico y electrónico.
Para los estudios inmunohistoquímicos se utilizaron anticuerpos contra el antígeno nuclear de células en proliferación (PCNA). Se evaluaron diferentes parámetros morfométricos. Las muestras del grupo alimentado con maíz modificado genéticamente mostraban distintos tipos de cambios estructurales. Se observó destrucción focal y pérdida de vellosidades dejando la superficie de la mucosa desnuda, alternadas con áreas estratificadas, mientras que algunas criptas parecían completamente alteradas. Se detectó la presencia de capilares sanguíneos congestionados, así como la infiltración focal por células mononucleadas. Se observó asimismo un aumento de la expresión de PCNA y del número de células caliciformes, así como un aumento significativo de la altura de las vellosidades y la profundidad de las criptas.
También se han registrado cambios ultraestructurales reseñables en algunos enterocitos, con pérdida focal en las microvellosidades. Algunos enterocitos presentaban citoplasma vacuolado, mitocondrias hinchadas con alteración en las crestas y retículo endoplasmático rugoso (rER) dilatado. Algunas células presentaban núcleos oscuros e irregulares, con condensación anormal de la cromatina. Podría concluirse que el consumo de maíz transgénico altera profundamente la estructura histológica del yeyuno.
mar, 20 dic 2016 14:19 UTC
https://es.sott.net/article/50563-Nuevo-estudio-aporta-indicios-de-danos-al-intestino-provocados-por-maiz-transgenico-Bt
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