La hidatidosis puede provocar una obstrucción de las vías biliares, problemas pulmonares o alteraciones cerebrales. Aprende más en este artículo.
La hidatidosis, también llamada quiste hidático, es una enfermedad que provocan ciertos parásitos, como ciertas larvas o algunos tipos de gusanos.
Consiste en la formación de quistes en órganos como el hígado o el pulmón.
Esos quistes son como pequeñas bolsas recubiertas de una membrana, que contienen estos parásitos. El problema es que estos quistes pueden crecer y alcanzar un tamaño importante, afectando al órgano que ocupan.
Del mismo modo, también pueden romperse, liberando esos parásitos en nuestro interior y provocando reacciones muy perjudiciales, como un shock anafiláctico. Aunque pueden ser asintomáticos durante años, es importante saber que la hidatidosis presenta un riesgo alto de complicaciones.
Por desgracia, la hidatidosis humana es una patología con una incidencia alta. De hecho, es más frecuente en las personas que se dedican a la agricultura o ganadería. Incluso, se relaciona con el hecho de tener un perro como mascota.
Hay zonas en el mundo que se consideran endémicas de hidatidosis, es decir, son regiones geográficas en las que la enfermedad está instalada y sus pobladores son mucho más susceptibles al contagio.
Se trata de una enfermedad poco conocida. Por ello, en este artículo te explicamos todo lo que debes saber sobre la hidatidosis o quiste hidático y cuáles son sus síntomas.
¿En qué consiste la hidatidosis?
Como ya hemos mencionado, la hidatidosis es una enfermedad que se produce por la infección de un parásito. Concretamente, es una infección por larvas de Echinococcus granulosus o E. multilocularis. Este tipo de patologías siguen un ciclo complejo, debido al ciclo vital de estas especies.
Para poder explicar cómo se produce la enfermedad, tenemos que entender que estos parásitos necesitan dos hospedadores. Es decir, dos especies que les permitan pasar de larva a gusano adulto. Ese es su ciclo vital.
En la hidatidosis, el hospedador definitivo, que es el que permite que se llegue al estado de gusano adulto, suele ser el perro. Lo que ocurre es que es el humano el que suele actuar como el otro hospedador.
En resumen, el hombre es el que se infecta con las larvas, que provocan los llamados quistes hidáticos. Esta infección suele ocurrir porque, sin saberlo, en ocasiones nos alimentamos de carnes de ciertos animales que presentan huevos de estos gusanos.
Para entenderlo mejor, veamos este ejemplo. Un perro tiene un gusano adulto en su intestino. En sus heces expulsa huevos de estos gusanos, que acaban en la tierra. Las ovejas, vacas o cabras se alimentan de la hierba o de la tierra y se infectan con estos huevos. Nosotros, al alimentarnos de su carne, igual. Principalmente, la carne que más contagios humanos produce es la que deriva de las vísceras de los ganados de consumo.
Cuando estos huevos llegan a nuestro intestino, atraviesan la pared intestinal y pasan a la sangre. A partir de ahí, viajan por todo nuestro organismo y se depositan en diferentes órganos. Lo más común es que lo hagan en el hígado o en los pulmones.
¿Qué síntomas presenta la hidatidosis?
Una vez se han depositado los huevos o larvas, se forman los quistes que producirán los síntomas de la hidatidosis. Estos síntomas van a depender del órgano en el que se encuentre el quiste, o los quistes, ya que se pueden formar varios.
El quiste hidático suele crecer de manera lenta durante años. Los estudios estiman que llegan a crecer un centímetro por año, pudiendo alcanzar hasta un tamaño de 20 centímetros. Por ello, lo más común es que provoquen daño en el órgano en que residen, como si se tratara de un tumor.
Es importante saber que la mayoría de casos se detectan de manera accidental. Esto es así porque muchos permanecen asintomáticos durante años, hasta alcanzar un tamaño relevante. Los quistes suelen detectarse a través de ecografías abdominales solicitadas por otras causas.
Sin embargo, la hidatidosis en el hígado puede provocar daños graves. En primer lugar, es muy frecuente que el quiste produzca una obstrucción de algunas de las vías por donde se expulsa la bilis. Los síntomas de la hidatidosis en el hígado suelen ser ictericia y dolor abdominal.
Hidatidosis en otros órganos
También es frecuente que la hidatidosis ocurra en el pulmón o en el cerebro. Cuando los quistes ocupan el pulmón, los síntomas suelen ser tos, molestias respiratorias e, incluso, la expulsión de sangre por la boca al toser.
En el caso de la hidatidosis cerebral, los síntomas son más severos. Varían según la zona del cerebro en la que esté el quiste, pero lo más común es que se experimenten convulsiones. Puede haber, incluso, cambios de la personalidad o un coma.
En conclusión
La hidatidosis es una enfermedad compleja que se produce por un parásito que se relaciona sobre todo con los perros. Suele ser asintomática y diagnosticarse de casualidad. Una vez que se ha diagnosticado, suele requerir tratamiento para evitar todas las posibles complicaciones.
31 octubre, 2019
Este artículo fue redactado y avalado por el médico Leonardo Biolatto
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