■La ingesta de aceite de oliva virgen reprime procesos relacionados con la inflamación
CRISTINA G. LUCIO MADRID.- Nuevos datos a favor del aceite de oliva virgen. Un estudio liderado por investigadores españoles acaba de demostrar la capacidad que el dorado elemento tiene para reprimir la expresión de varios genes relacionados con la inflamación, lo que reafirma sus propiedades cardiosaludables.
Para llegar a estas conclusiones, estos científicos llevaron a cabo un 'sabroso' análisis. Así, eligieron a 20 pacientes que sufrían síndrome metabólico -un trastorno asociado a un mayor riesgo cardiovascular- y les ofrecieron un desayuno a base de pan con aceite de oliva. Parte de los participantes recibieron un aceite rico en fenoles, mientras que el resto probó una variedad pobre en estos micronutrientes.
Mientras duró la investigación y para eliminar una posible influencia del resto de la dieta, todos los individuos siguieron un régimen similar (bajo en grasas y rico en carbohidratos).
Los investigadores tomaron muestras sanguíneas de cada participante en el momento del desayuno y 30, 60, 120 y 240 minutos después de la ingesta de alimentos y realizaron distintos análisis genéticos.
La investigación
Al analizar las diferencias entre los grupos, identificaron un total de 98 genes que se expresaban de forma diferente tras la ingesta de los dos tipos de aceite. La gran mayoría de ellos estaban relacionados con procesos inflamatorios, un factor que se ha asociado en numerosas ocasiones con el riesgo cardiovascular.
"Vimos que el aceite rico en fenoles era capaz de reprimir la expresión 'in vivo' de varios de estos genes que favorecen la inflamación", explican los autores en su trabajo.
"Eso supone que dicho aceite podría reducir la inflamación que subyace en los pacientes con síndrome metabólico y que está implicada en el desarrollo de enfermedad cardiovascular en estos pacientes, aclara a ELMUNDO.es Francisco Pérez Jiménez, director de la Unidad de Lípidos del Hospital Reina Sofía de Córdoba y principal autor de la investigación.
Estos hallazgos, asegura su equipo, ayudarían a explicar por qué en los países mediterráneos, donde el aceite de oliva supone una de las fuentes principales de grasas, hay menores tasas de enfermedad cardiovascular.
Con todo, en sus conclusiones, los autores reconocen que, en este tema, todavía son muchas las incógnitas que quedan por resolver. "Ahora deberemos saber si esta propiedad es de todos los componentes de los fenoles o de sólo algunos, con la idea de identificar qué aceites podrían ser mas favorables", señala Pérez Jiménez, también miembro del Centro de Investigación Biomédica en Red de la Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición (CIBERobn).
Según explica, en términos generales los aceites virgenes o vírgen extra suelen ser ricos en fenoles, si bien el aceite picual es el que más cantidades presenta.
Los aceites de otras semillas, como el maíz, la soja o el girasol no contienen fenoles ya que han de ser refinados para su consumo y ese proceso elimina este tipo de micronutrientes
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