3 minerales para reducir la presión arterial

Hace 3700 años, los chinos observaban que cuando se absorben grandes cantidades de sal, el pulso se hace más fuerte y más duro. Desde entonces, muchos estudios llegan a la misma conclusión, aunque no todos los científicos estén de acuerdo. Sin embargo, hay algunosminerales que contribuyen a reducir la presión arterial de forma eficaz y natural. ¿Quieres conocerlos?

Cómo inluye en la sal en la presión arterial

La sal está compuesta de cloruro de sodio, es decir, que el sodio no representa más que una parte de la sal: 1 gramo de sal contiene 0,4 gramos de sodio. De esta forma, cuando se consume 2,5 gramos de sal, se ingiere 1 gramo de sodio.

La mayoría de los alimentos que consumimos contienen sodio. La sal es soluble en el agua y por lo tanto en la sangre, en la que se encuentra en forma de sodio y de cloruro. Todos los movimientos del sodio en el organismo son obligatoriamente relacionados con el agua: cuando se ingiere sodio, se retiene agua; cuando se elimina sodio, se pierde agua.

De esta forma, un aumento del consumo de sal provoca un incremento del volumen sanguíneo circulando por las arterias, y por lo tanto, un aumento de la presión sanguínea. A nivel de cada una de las células, el sodio juega igualmente un papel importante. La sangre transportada por las arterias distribuye oxígeno y nutrientes a las células de los órganos.

Para aportar nutrientes a las diferentes células, un mecanismo permite a las células dejar entrar la cantidad de sodio que tienen necesidad para funcionar. Una vez en la célula, el sodio hace su trabajo y debe salir, puesto que si la célula se queda hinchada con el sodio y el agua, no podría funcionar.

Minerales hipotensores

1. Potasio

Un mecanismo permite entonces al sodio salir de la célula, pero requiere la presencia de potasio para reemplazarlo gracias a un ingenioso sistema de "bombeo". El reparto de sodio y de potasio en el organismo es una de las condiciones de vida de la célula, en particular para el funcionamiento nervioso y muscular: hay 15 veces más sodio en la sangre que en la célula, y hay 28 veces más potasio en la células que en la sangre.

El sodio y el potasio forman un tandem indispensable para la correcta regulación de la tensión arterial: sin exceso de sodio y con suficiente potasio, este es el desafío alimenticio al que debe enfrentarse a diario el organismo.

2. El calcio

Además de su papel sobre la masa ósea, también tiene un papel favorable sobre la flexibilidad de la pared de las arterias: el exceso de sal alimenticia provocaría una pérdida urinaria de calcio.

3. El magnesio

Normalmente asociado al potasio, para el que facilita la acción, favorecería la dilatación de los vasos, provocando una bajada de tensión.

Varios estudios han establecido la relación existente entre estos minerales y la tensión arterial, pero los datos todavía son insuficientes para convertirse en pruebas formales.

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