Una de las tareas principales que hacemos las brujas es trastear con plantas. Nos gusta salir al campo y cortar hierbas para traerlas a casa. Llevas un tesoro contigo.
Existen varias formas de extraer beneficios curativos de las plantas: infusiones, baños, baños de asiento, aceites, ungüentos… Pero hoy vamos a hablar de las tinturas herbales, también conocidas como tinturas madre. A mí me gusta mucho utilizarlas porque son más cómodas que andar haciendo infusiones, que me encantan, pero que debido a la falta de tiempo y el quehacer diario, no resultan tan cómodas y rápidas de preparar.
Las tinturas se obtienen por la maderación de hierbas, flores o raíces en alcohol. Es así de sencillo y está al alcance de todos.
Hoy os damos unas pequeñas instrucciones para realizar vosotros mismos las tinturas herbales. Por supuesto, sugiero que cada uno investigue por su cuenta.
Recolectar las plantas. Hemos de ir al campo a primera hora de la mañana. Después de la amanecida. Importante que no deben estar con rocío y tampoco ha de estar alto el sol. El rocío lo usaremos para cosas muy específicas y peculiares más relacionadas con la alquimia que con la brujería. Deberemos de cortar las partes que necesitemos de la planta con mucho respeto y pidiendo permiso. Solo cortaremos aquellas partes que necesitemos. Dependiendo de la planta pueden ser hojas, flores, tallos… Los metemos en un cestito y para casa.
Importante conocer el momento del año adecuado para cortar cada planta, la lunación, etc. Por eso siempre me gusta decir que lo que yo escribo en el blog me gustaría que fuese una pequeña ventana o puerta para que investiguéis por vuestra cuenta. El tema de las plantas es todo un mundo que requiere de mucho estudio y dedicación.
Si no tenéis posibilidad de ir a coger plantas, podéis comprarlas secas en cualquier herbolario. Igualmente las tinturas pueden hacerse con la planta seca.
Para preparar la tintura necesitaremos:
Frasco de cristal con tapa. Limpio. Como consejo os diré que es bueno hervirlos en agua para limpiar impurezas. Luego lo dejamos secar al aire.
Frasco de vidrio oscuro marrón/verde de gotero.
Alcohol. A mí me gusta utilizar vodka porque es una de las bebidas más puras ya que lleva pocos colorantes y aromatizantes. También podéis utilizar brandy o alcohol etílico que se compra en farmacias. Un alcohol adecuado para ingerir. No sirve el alcohol para curar heridas ya que es tóxico.
Tela de gasa.
Un pequeño embudo.
Después de la recolección, las plantas son picadas y maceradas de dos a tres semanas en alcohol a la intemperie. La proporción es una parte de hierbas por dos partes de alcohol. Si la planta es fresca, hay que echar más cantidad. Por ejemplo, añadir hasta que esté cerca de la mitad del frasco.
Recomiendo que sea un sitio oscuro, que no le de el sol. El sol es muy bueno pero ciertas plantas no lo toleran bien en el proceso. El tiempo de maceración siempre dependerá de la planta, pues hay plantas más fuertes que sueltan sus propiedades en menos tiempo y plantas más suaves que necesitan más semanas. Siempre es importante estudiar y leer sobre propiedades de las plantas y dosis recomendadas de gotas para las distintas dolencias. Existen muchos libros en el mercado sobre fitoterapia y son muy recomendables para iniciarnos en estas tareas mágicas.
El alcohol es el medio ideal para la extracción de los principios activos. También es un producto técnicamente puro y un excelente conservante. Agitando diariamente o cada dos días las plantas, se favorece la disolución de los principios activos. En forma de tintura herbal, funcionan más rápidamente que en infusión.
Una vez pasadas las semanas de maceración correspondientes, cogeremos el contenido y lo volcaremos en la gasa estirada sobre un frasco limpio. Una vez volcado el contenido, prensaremos las hojas simplemente estrujando las hierbas que han quedado en la gasa hasta que no caiga ninguna gotita más.
¡Ya tenéis vuestra tintura! Ahora solo falta coger el gotero y mediante un pequeño embudo verter el contenido en el mismo. Es necesario que compréis unas etiquetas y que escribáis la fecha de preparación de la tintura. Sus principios activos duran años aunque yo, normalmente, a los tres años prefiero elaborar una tintura nueva.
Cada planta requiere una dosificación. De nuevo os remito a los libros y tratados sobre plantas. Podéis tomar las gotas directamente o diluirlas en medio vaso de agua si el sabor os parece demasiado fuerte.
Como brujos que somos, podemos cantar las hierbas con dichos o canciones de nuestra propia tradición. Existen fórmulas para encantarlas muy antiguas que por supuesto dan gran poder a las hierbas.
Hasta aquí una breve introducción a cómo trabajar con plantas, en este caso elaborando una tintura herbal. Uno de los temas más importantes de la brujería es adentrarnos en las plantas: sus propiedades medicinales, su idiosincrasia, sus propiedades esotéricas… Todo lo que podamos aprender sobre ellas, desde el respeto y la admiración pues como bien he escuchado a algunos expertos decir, las plantas existen en la Tierra desde mucho tiempo antes que el ser humano. Son sabias y entre otras cosas, están aquí para ayudarnos y para sanarnos.
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