Sufrir calambres es una dura experiencia por las que todos alguna vez hemos pasado. Además de ser dolorosos pueden darse en cualquier momento del día y las causas pueden ser muchas, como el exceso de ejercicios sin precalentamientos, el embarazo o la falta de potasio en el organismo entre otros.
Cambia tu alimentación
Si los calambres ocurren en las piernas y sobre todo de noche, esto se debe a un desequilibrio en los electrolitos y a los niveles bajos de potasio. Haciendo un leve cambio en tu alimentación te asegurarás de eliminar esta molestia y darle a tu organismo los nutrientes que necesita.
Puedes preparar una mezcla de dos cucharaditas de vinagre de manzana con una de miel en un vaso de agua tibia y beberla.
También puedes agregar frutas y verduras con potasio a tu alimentación tales como la banana o plátano, la palta o aguacate, los tomates y los frutos secos. Ingerir calcio y magnesio también pueden disminuir la aparición de calambres, un claro ejemplo que seguro te encantará es consumir un poco de chocolate negro, añade también yogur, verduras de hoja verde, leche de almendras, semillas de calabaza, espinaca y germen de trigo, entre otros.
Otras medidas
Otra forma de aliviar el dolor de los calambres naturalmente es colocar una almohadilla eléctrica o una toalla caliente sobre el músculo acalambrado para aumentar el flujo de sangre hacia la zona. Déjala durante 20 minutos y luego quítala, espera otros 20 minutos más y vuelve a repetir la operación hasta que el dolor desaparezca.
También puedes tomar un baño caliente en la tina mientras te relajas y para un mayor alivio añade media taza de sales de Epsom, pues el magnesio que contiene ayuda en la relajación muscular.
Realízate también un auto masaje muy sencillo, solo deberás encontrar el epicentro del calambre muscular y pulsar ese punto con el dedo pulgar, la palma de tu mano o con tu puño ligeramente cerrado. Mentente así durante 10 segundos, descansa dos o tres segundos y vuelve a comenzar. Te darás cuenta si lo haces bien cuando solo sientes una pequeña molestia al presionar y no un dolor difícil de soportar. Luego de una serie de repeticiones, el calambre deberá marcharse lentamente.
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