Por Julie Steenhuysen y Kate Kelland
CHICAGO/LONDRES (Reuters) - Más de 500 millones de personas, o uno de cada diez adultos en todo el mundo, son obesos, una cifra dos veces superior a la de 1980, según un grupo de investigadores.
Y aunque los países ricos han dado grandes pasos para reducir las tasas de colesterol alto e hipertensión, el número total de personas con presión alta subió de 600 millones en 1980 a casi 1.000 millones en el 2008, una cifra que se ha visto alimentada por el envejecimiento y el aumento de la población mundial.
"El sobrepeso y la obesidad, la tensión y el colesterol altos no son ya problemas occidentales o problemas de las naciones opulentas", dijo Majid Ezzati, del Imperial College de Londres y la Universidad de Harvard, que dirigió los estudios, publicados en la revista The Lancet.
El estudio, realizado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), midió los cambios en factores de riesgo clave que afectan a la salud coronaria.
Las dolencias cardíacas son la primera causa de muerte en el mundo industrializado, y cada año se gastan miles de millones de dólares en dispositivos médicos y fármacos para tratarlas. El nuevo estudio mostró progresos en algunas áreas, pero también encontró otras preocupantes.
En Norteamérica, por ejemplo, ha habido un gran avance en la reducción de los índices de presión elevada en varones. En Australia, Nueva Zelanda y Nueva Guinea, las tasas de hipertensión en mujeres también mejoraron.
UN "TSUNAMI" MUNDIAL DE DOLENCIAS CARDIACAS
Sin embargo, el índice de masa corporal (IMC), una medida clave de la obesidad, ha crecido en todo el mundo. "El mundo se está volviendo más y más obeso", dijo Ezzati en una entrevista telefónica.
Tener sobrepeso u obesidad eleva el riesgo de enfermedad cardíaca, diabetes, algunos cánceres y artritis. La hipertensión, otro factor clave de riesgo de enfermedad cardíaca, es la primera causa de muerte en todo el mundo.
Las enfermedades relacionadas con la obesidad representan casi un 10 por ciento del gasto médico en Estados Unidos o aproximadamente unos 147.000 millones de dólares al año. En Europa, más de la mitad de los adultos tienen sobrepeso o son obesos, lo que aumenta la presión sobre los ya problemáticos presupuestos sanitarios.
No obstante, los estudios mostraron que los riesgos cardíacos ya no son sólo un problema de los países ricos de Occidente.
"Cuando dejas a un lado dos o tres países -Estados Unidos, Australia y Nueva Zelanda- es en países de ingresos medios donde la incidencia de la obesidad es mayor", dijo Ezzati.
Los niveles promedio de colesterol cayeron en Norteamérica, Australia, Nueva Zelanda, Nueva Guinea y Europa, pero aumentaron en el este y sudeste de Asia y en la región del Pacífico, según hallaron los estudios.
Los niveles de presión arterial son mayores en los países del Báltico y en el este y oeste de Africa.
Al comentar estos resultados, Sonia Anand y Salim Yusuf, de la Universidad McMaster en Canadá, dijo que mostraban un "tsunami de enfermedad cardiovascular" a nivel mundial que ha de ser afrontado con esfuerzos para reducir la ingesta de grasas malas y sal, y un aumento de los niveles de ejercicio.
La Asamblea General de la ONU tiene previsto celebrar una reunión en septiembre para debatir sobre la creciente amenaza de las llamadas enfermedades no transmisibles, o crónicas, como las dolencias cardíacas, el cáncer y la diabetes, particularmente en los países más pobres.
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