Una muestra de piel o de sangre examinada por un alergista reduce la cantidad de alérgenos específicos a los cuales se puede ser alérgico, por lo que podrías evitar, por ejemplo, tener que quedarte en casa con las ventanas cerradas durante los peores días de polen.
Además, tu hogar debe ser un refugio alejado de los desencadenantes de alergia. Y, afortunadamente, no es imposible lograrlo. Hay muchas cosas que puedes hacer en el interior de tu hogar para reducir los niveles de alérgenos, desde la limpieza regular y pasar la aspiradora, hasta mantener los niveles de humedad bajos.
Debes mantener tu hogar fresco y seco para reducir el crecimiento de moho y ácaros del polvo, y evitar intrusiones de cucarachas.
Si alguna alfombra en tu casa se llegara a mojar, ya fuere por una inundación o una rotura de una tubería, se debe limpiar y secar en el plazo de 24 horas. En caso de no poder hacer esto, se debe retirar las alfombras, ya que es probable que crezca moho en la misma.
Por otro lado, el humo de cigarrillo es un irritante importante que no contribuye en nada para evitar los estados alérgicos. El humo de segunda mano puede provocar un ataque de asma y agravar los síntomas en personas con alergias. Además, el humo del tabaco se ha demostrado que empeora el asma en los niños en edad preescolar y hasta pueden iniciarlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario