La piel es mucho más que la “funda” de nuestro cuerpo.
Es un órgano de comunicación que nos conecta emocionalmente con el mundo exterior, ya que a través del tacto sentimos emociones como amor, afecto o confort.
Además, posee inteligencia emocional, ya que registra y memoriza situaciones que tienen un impacto en nuestra salud. Por ejemplo, un alto nivel de estrés provocará que se reseque.
Es un órgano de comunicación que nos conecta emocionalmente con el mundo exterior, ya que a través del tacto sentimos emociones como amor, afecto o confort.
Además, posee inteligencia emocional, ya que registra y memoriza situaciones que tienen un impacto en nuestra salud. Por ejemplo, un alto nivel de estrés provocará que se reseque.
Emociones y piel seca
Según un estudio internacional realizado por NIVEA, una piel seca puede dificultar el contacto físico, a causa de la tirantez y de una sensibilidad extrema.
Los resultados de este estudio, que ha investigado la estrecha relación entre personalidad, tacto y piel, han revelado dos tipos de personalidad en los individuos con piel seca: el primero se refiere a personas que disfrutan de la sensación del tacto y que, con una sensibilidad a flor de piel, entienden el tacto como su forma natural de comunicarse con el mundo que les rodea.
Los resultados de este estudio, que ha investigado la estrecha relación entre personalidad, tacto y piel, han revelado dos tipos de personalidad en los individuos con piel seca: el primero se refiere a personas que disfrutan de la sensación del tacto y que, con una sensibilidad a flor de piel, entienden el tacto como su forma natural de comunicarse con el mundo que les rodea.
El segundo tipo de personalidad con piel seca, según el estudio, se refiere a aquellas personas emocionalmente introvertidas que salvaguardan su intimidad física, reservándola únicamente a las personas de su confianza.
Esto tiene una relación directa con la incomodidad que les produce la habitual sequedad y aspereza de su piel, por lo que experimentan la vida de una manera más intelectual.
Esto tiene una relación directa con la incomodidad que les produce la habitual sequedad y aspereza de su piel, por lo que experimentan la vida de una manera más intelectual.
Las personas con piel seca son, generalmente, menos receptivas al contacto físico. Y, según el estudio, la falta de contacto físico puede tener un efecto negativo en nuestra manera de pensar, porque la piel es, como hemos visto más arriba, un órgano importante de comunicación que utilizamos para expresar emociones como amor, afecto o consuelo.
Y es que incluso desde que somos bebés aprendemos a comunicarnos y a percibir el mundo a través del tacto, un sentido esencial para el desarrollo de los bebés.
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