A medida que vayáis caminando por senderos de serenidad, armonía y paz interior, vuestra respiración deberá hacerse más pausada, más rítmica y más selectiva; deberéis acostumbraros a respirar por la nariz que es, por otra parte, el órgano que contiene los filtros necesarios para limpiar el aire que introducís a vuestro organismo, de modo que, si tenéis que vivir necesariamente en centros urbanos, es imprescindible que establezcáis un modo de mejorar la calidad de vuestro aire.
Si, por el contrario, tenéis la posibilidad de elegir un estilo de vida que os permita sumergiros en la naturaleza, acordaos de respetar y cuidar el entorno con cada pensamiento, cada acción y con cada paso emprendido porque vuestro aliento vital, la esencia primordial de vuestra supervivencia, depende de ello.
Ya desde la antigüedad se decía que el que respiraba por la nariz se sentía "bien" y espiritualmente "fuerte" y desde entonces se pensaba que era muy difícil tener a una persona totalmente sana si no respiraba bien por la nariz. La insuficiencia respiratoria nasal perjudica a vuestro organismo porque al no pasar el aire por la nariz no se “filtra” ni se "purifica"; no se "calienta" ni se "humedece".
Y es que la nariz no sirve solamente para purificar, calentar y humedecer el aire durante la inspiración, esto se cumple y tiene su importancia, pero mucho más importante es la función que cumple la nariz en la espiración. El aire que no entra por la nariz, es acondicionado, aunque sea parcialmente, por los mecanismos supletorios que el árbol respiratorio posee en su trayecto.
Cuando el aire sale por la nariz, es más frío y más seco. Esta es una capacidad maravillosa de recuperar energías en cada acto espiratorio y existe solamente a nivel de la nariz. Por eso para que se cumpla un normal mecanismo fisiológico respiratorio es necesario que el aire entre y salga por la nariz.
Angel Luis Fernández.
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