La mucosa de la vagina es la zona del cuerpo femenino, después del intestino, donde hay una mayor concentración de bacterias protectoras.
La flora vaginal, constituida principalmente por lactobacilos, es el principal mecanismo de defensa frente a las infecciones por hongos (vaginitis micóticas), como las cándidas. Estas infecciones son frecuentes y de difícil tratamiento en muchas ocasiones, considerándose como un problema sanitario importante.
Para evitar las infecciones ginecológicas es fundamental mantener un equilibrio de la flora vaginal, y una adecuada higiene íntima es imprescindible para conseguirlo. Se recomienda el lavado de la zona genital, dos veces al día, por la mañana y antes de acostarse. Este lavado se ha realizar con un gel específico para la zona, que tiene un pH distinto al de la piel. Una alteración del pH de la zona genital, además de desequilibrar la flora vaginal, puede provocar sequedad, irritación, e incluso reacciones alérgicas.
En las ocasiones en las que no es posible realizar el lavado del área genital las toallitas íntimas estarían especialmente recomendadas, así como tras la micción y en el cambio de compresa o tampón.
Recomendaciones para una higiene íntima adecuada:
· Utilizar ropa interior de tejidos suaves, como el algodón.
· Emplear detergentes poco agresivos para lavar la ropa interior.
· Lavarse las manos antes y después de ir al baño o de colocar un tampón.
· Cambiar las compresas o tampones cada 4 – 6 horas como máximo.
· Secar bien la zona, ya que la humedad favorece la infección por hongos.
· No permanecer mucho tiempo con el bañador mojado.
· Lavar la zona genital antes y después de mantener relaciones sexuales.
· Después de ir al baño, limpiar el área genital de adelante hacia atrás para evitar contaminación con las bacterias de la zona anal.
· No usar salva-slips a diario, ya que retienen humedad y dificultan la ventilación.
· No realizar duchas vaginales ya que alteran la flora beneficiosa y pueden llegar a eliminarla.
· No emplear esponjas o similares para la limpieza de esta zona, ya que acumulan gérmenes.
· Utilizar un gel específico para la zona íntima, con pH ligéramente ácido. Muchos están enriquecidos con activos beneficiosos para la flora vaginal, como el ácido láctico, y con extractos calmantes y antisépticos naturales, como el aceite de árbol de té, la caléndula, la flor de geranio, el romero o la camomila.
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