Aunque generalmente las condiciones higiénicas de las piscinas son las necesarias, muchas veces no es prevención suficiente en cuanto a las infecciones de los oídos, ya que existen otros factores que pueden provocarlas, como las variaciones de humedad y acidez que influyen directamente en la salud de la piel.
En qué consiste
La otitis externa, también llamada otitis del nadador es un caso frecuente de infección para los aficionados a la natación. Se trata de un proceso infeccioso que provoca la inflamación del conducto auditivo externo (CAE). Este conducto es el encargado de conducir las vibraciones hasta el tímpano.
Así mismo, puede estar provocada por varios tipos diferentes de bacterias u hongos.
En realidad no es necesario practicar la natación para tener “oído de nadador”. Cualquier lesión en la piel del interior del conducto auditivo puede provocar este tipo de infección.
Situaciones que aumentan el riesgo
Tener eccema o la piel demasiado seca
Rascarse el conducto auditivo
Limpiarse demasiado enérgicamente los oídos con bastoncillos
Introducirse objetos punzantes en el oído
Síntomas
El exceso de humedad en el oído provoca la proliferación de bacterias y de hongos. Los síntomas incluyen:
Dolor que se agudiza con la presión o con la masticación.
Inflamación
Sensación de presión dentro del oído
Secrecciones de pus
Percepción de los sonidos amortiguados
Posible fiebre
Cómo disminuir el riesgo
Evite que el agua se introduzca en el conducto auditivo utilizando tapones específicos. En centros auditivos es posible hacer tapones a medida con resinas especiales utilizando un molde de su propio conducto. Si no utilizar los clasicos de silicona o resinas.
Utilice gorro de baño de silicona o látex
Asegúrese de secarse los oídos tras el baño con un paño suave
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